La mejor parte de Inspiración cristiana para la vida diaria
A los ricos de este siglo mándales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en profusión para que las disfrutemos (1 Ti 6:17).
Y la esperanza no avergüenza; porque el bienquerencia de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue cubo.
Al carear la persecución, Jesús nos dice que no debemos temer a los seres humanos que pueden matar solo el cuerpo, sino al Señor que tiene el poder sobre el alma y el cuerpo.
Jesús nos recuerda que no debemos temer al ser humano que puede matar solo el cuerpo, sino temer a aquel que tiene el poder sobre nuestra alma y nuestro cuerpo.
La importancia de tener confianza en Dios es crucial para comprender la enseñanza de «valor más allá de cualquier cosa en este mundo».
Esto puede sufrir a sentimientos de renuncia, confusión y dolor. Sin bloqueo, debemos rememorar que nuestra primera fidelidad es a Dios y su mensaje de simpatía e inclusión para todos.
Estas dos cualidades son fundamentales para predicar el evangelio en medio del sufrimiento y la persecución.
Conozco varios casos exitosos. De ex misioneros que terminaron su comisión y volvieron al país para comenzar el noviazgo e irse luego con la novia/o a los Estados Unidos.
En Mateo 10:28, Jesús dice: «No temas a aquellos que matan el cuerpo, sino a quien tiene poder click here para arrojar al infierno. No es de más valor un cabellito de tu comienzo frente a Dios». Esto nos enseña que no debemos tener miedo a los seres humanos que pueden matar nuestro cuerpo, sino temer a Dios y su litigio indestructible.
A pesar de ser miembros de la misma comunidad religiosa o Conjunto familiar, nos encontramos con que algunos de ellos pueden rehusar nuestra Certidumbre y incluso perseguirnos oportuno a ello.
Pido incluso que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la amplitud de su poder a atención de los que creemos.
Jesús nos da un ejemplo consumado al sucumbir en la cruz por nuestros pecados, mostrando que Él tenía confianza en su Padre celestial y estaba seguro de su valencia como Hijo de Dios.
Parte de la experiencia del Resucitado que se le manifiesta en el camino a Damasco, y desde la gloria de la cruz se alegra de padecer por Jesús en cortesía de sus hermanos.